El término coaching es un concepto que ya lleva tiempo escuchándose pero que se ha puesto más de moda si cabe en los últimos años. Este concepto nace con el propósito de que unas personas cualificadas, denominadas coaches, puedan enseñar unas técnicas concretas a unos alumnos para mejorar en unos objetivos predefinidos.
El coaching consiste de varias ramas, y en función de éstas, las técnicas de los profesores varían para cumplir sus objetivos. No es lo mismo querer prepararse para conseguir unos objetivos familiares, que hacer coaching empresarial para alcanzar el éxito profesional. Los objetivos no son los mismos, los profesionales que lo imparten tampoco, por lo que la técnica poco puede parecerse de una al otro tipo de rama.
¿Por qué nace el coaching?
Más que desde un punto de vista técnico o histórico, voy a dar mi opinión a cerca de cuándo y por qué nació esta técnica denominada coaching. Desde siempre en una comunidad de humanos, ha habido individuos que se han erigido líderes de un grupo. Por constitución, hay personas que de nacimiento han nacido para ser líderes y guiar a un grupo, mientras que hay otros, que han nacido para que les marquen el camino. Esta necesidad que las escuelas de coaching cubren hoy en día ha existido desde siempre.
Por este motivo, no hay un nacimiento concreto de esta técnica, y decir cuándo nació es realmente complicado definirlo. El por qué nació, refiriéndonos al coaching tal y como lo conocemos a día de hoy, es algo más sencillo. Nació porque un individuo se dio cuenta de la importancia de monetizar esta habilidad que ciertas personas poseían, y de la que muchas personas necesitaban para encontrarse mejor. Ponerlos en contacto, hacerlo técnica… eso ha sido el trabajo meritorio en lo que se ha convertido el coaching, y es por este motivo, el de convertirlo en técnica y monetizarlo, por el cual se instauró dicha técnica tal y como la conocemos hoy en día.